domingo, 4 de febrero de 2024

ENGANCHADAS A LA INNOVACIÓN en el Diario JAÉN

 

(Jaeneando)

17/2024

Lo de innovar está de moda. Y, cuando algo se pone de moda, nos “enmodamos” de tal modo que acabamos olvidando por qué se está moviendo ficha para embobarnos con el cómo pillar sitio en ese lo-que-sea, que, en general, como los mandamientos, se resume en dos: destruir el pasado sobre todas las cosas y embobarse con lo nuevo como si lo amáramos más que a nosotros mismos. A partir de ahí, brotan como setas los “comités de limpieza de “viejendades” en busca de “sospechosos” disidentes a los que abatir en público por osar conservar/ conservarse dentro de un frasco de formol en plan antiguo cotolengo.

Viene esto a cuento de la postura cerril de unos pocos que, anclados a su personal esnobismo pelín catetillo, sostienen que lo de recuperar viejos tesoros/valores del pasado no puede ser más que una pejiguera precisamente por ser pasado, (ay, si las pirámides hablaran), haciendo oídos sordos  a lo evidente: ese fenómeno comarcal tan prodigioso como ha resultado ser el de LAS MUJERES ENGANCHADAS DE UN HILO de Sierra Mágina, quienes, armadas con una simple aguja de ganchillo y un ovillo de lana, han levantado un torbellino de colores de viejos tiempos que, se mire como se mire, alguien debiera iniciar ya lo que haya que iniciar para que lo que están haciendo estas mujeres se declare PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD.

Porque ya no hay duda: nuestras mágicas mujeres de Mágina, sin más equipo que el poder hilandero de sus manos, están rescatando sin palabras todo un tratado de sociología innovadora no escrita.

Sólo los incapaces de entender la esencia del pensamiento sistémico no alcanzan a ver que lo de “hacer ganchillo” es sólo el significante que da significado a valores tan varios como colaboración, sororidad, fraternidad, entereza, intercomunicación, perseverancia, subsistencia, visibilidad… Sobre todo, esa visibilidad para unas mujeres que mantuvieron encendida la lumbre para cuando alguien llegara a sus casas de Mágina muerto de frío o de ausencias; esa visibilidad tan justamente reivindicada como injustamente negada por “patriarcas modernosos” y otros machirulos que tanto enfangan la imagen de nuestros hombres.

Claro que cada uno de estos conceptos, íntimamente comunicados entre sí como sistemas de permanencia, necesitaría de una tesis doctoral sobre sociología rural para poder entenderla en toda su extensión antropológica.

Llegada aquí, y para acercarme a lo que significa de verdad el movimiento MUJERES ENGANCHADAS DE UN HILO (que tanto trabajo les cuesta entender todavía a unos pocos carcas que van de modernos) se me ocurre acudir a la definición que COTEC hace de INNOVACIÓN:

Innovación es todo cambio (no solo tecnológico) basado en conocimiento (no solo científico) que aporta valor (no solo económico).

Cambio/ conocimiento/ valor: son los tres soportes sustantivos de la innovación. cambio…no sólo tecnológico”, conocimiento…no sólo científico y valor…no sólo económico son los tres matices cuya distinción distingue a su vez −valga la redundancia− a quienes saben/ se empeñan de verdad en lo de innovar de quienes, por mucho que se disfracen de “modernos”, jamás alcanzan a entender el concepto “mujer rural” rescatista de nuestros más ancestrales valores, por muy inmateriales que sean/ parezcan.

Este año, en su séptimo año de existencia, −comenzaron en 2017− las Enganchadas han plantado su ya famoso ÁRBOL DE MÁGINA, en dieciocho ayuntamientos, con dieciocho ramas coronadas por algún motivo representativo de cada pueblo.

De manera espontánea, sin alharacas, se ha constituido La Ruta del Árbol de Mágina en la que cuentan que, como en un camino iniciático, se visitan los distintos municipios para gozar la historia inmaterial de cada pueblo y buscar la energía de un árbol bendecido por las manos de las mujeres, a las que este periódico ha dedicado una especial atención, desde la ternura de los piropos de su pregonero, Juan Espejo, a nuestras mujeres, al reconocimiento de una Diputación sensible a su tierra.

Benditas sean vuestras manos.

 

En CasaChina. En un 4 de Febrero de 2024

viernes, 11 de febrero de 2011

Ésta fue mi felicitación de Año Nuevo. Me gusta tenerla aquí.

sábado, 1 de enero de 2011

SONRÍE, AMOR, SONRÍE

81/2007

SONRÍE, AMOR, SONRÍE

Han de llegar los días
de la consumación de la tristeza,
del coito de las flores del olvido,
del tránsito doliente de oscuros crisantemos.

Mientras tanto,
sonríe, amor, sonríe.


Han de llegar los días
del cansancio infinito en la distancia,
de las horas de hielo enmudecidas,
de la caricia inédita guardada para siempre.

Mientras tanto,
sonríe, amor, sonríe.


Han de llegar los días
del regreso fatal de la cordura,
del destierro de manos enlazadas,
del eclipse que oculte el candor de mirarnos.

Mientras tanto,
sonríe, amor, sonríe.

Inunda con tu risa los audaces recodos
de cada minutero suspendido
sobre la hora exacta de los besos
que se van malgastando sin haber germinado
como se acaba el aire a golpe de congoja
según se va acercando el día que se anuncia
como consumación de la tristeza.

Mientras tanto…

¡Sonríe, amor, sonríe!



Gaviola en Marineda. En un 19 de Septiembre de 2007.

viernes, 19 de junio de 2009

viernes, 26 de diciembre de 2008

Poemas con Imagen y Sonido: ANOCHE

Poemas con Imagen y Sonido: ANOCHE

Poemas con Imagen y Sonido: ANOCHE#links

Poemas con Imagen y Sonido: ANOCHE#linkshttp://maginamagica.blogspot.com/

ANOCHE

Y te hiciste real
como un ángel caído
en mitad de mi sueño
para llenarme el sueño de inminencias.

Allí estabas:
luminoso, palpable, inmaterial
brotando de lo onírico
con bruscas insurgencias amorosas,
a oleadas
como una muchedumbre de caricias
invadiendo con furia ingobernable
las calles de mi cuerpo aletargado.

Lo mismo que un prodigio
contado alguna noche junto al fuego.

Nunca hubo
perplejidad más lúcida,
anhelo más tangible.

Nunca hubo
un lugar más concreto
que mi alucinación crepuscular.

Y en mitad de la noche deseé
hundirme, disolverme, diluirme,
en abrazos apócrifos
en grutas incorpóreas
donde tañen confusos desconciertos
agrandando los pulsos de las sombras
igual que el corazón de los relojes
agranda su latido en la madera.

Ser una gota más
perdida en el sonámbulo sudor
del pecho sofocado y codicioso
que en sueños me acunaba con ternura;
un suspiro en tus labios, una queja,
una pregunta apenas formulada.

Pero una certidumbre entre lo incierto
de un sueño pasajero e interino.

Ser un amor de otoño
encendiendo sus últimas hogueras
junto al mar, anoche, que no estabas.
Anoche.


Gaviola en Marineda. En un 6 de Agosto de 2007.




Anoche.

jueves, 25 de diciembre de 2008

MISIÓN CUMPLIDA

Para ver y entender esas imágenes de ahí abajo, es necesario saber que hace 25 años me casé con un hombre viudo que traía en su ajuar siete hijos, y más penas de las que podía acarrear él solo.
La cosecha no se nos ha dado mal: él sigue teniendo siete hijos y once nietos; yo tengo siete hijastros, y varios nietastros que me llaman “abuela”.
Para ellos llevo más de 25 años inventando alegrías y risas navideñas, tal como las inventaron para mí cuando tenía pocos años y muchas cosas por aprender.
Gaviola